¿Por qué me dueles
tanto
palabra estremecida
bajo la lluvia,
rincón aterido del
asfalto,
huella primigenia de
la ciudad dormida,
tránsito del
ayer hacia la estación, todavía nueva,
de esa mirada que
soslaya el porvenir
y convierte en
recuerdo la caricia no acontecida?
Y así llegó de
nuevo el aroma de tu venida,
para otra vida, para
otro ayer
construido con la
sombra de tus manos tocando un rostro,
entre las sombras
despiertas de una almohada
en la que yace el
sueño que no fuimos,
y que se pierde por
debajo de ese nuevo sueño en el que eres
el aliento de otra
boca, la voz de otros decires.
Me queda entonces la
ciudad por siempre
y el recorrido de mi
cuerpo bajo la tormenta,
bajo el abrigo de
los soportales que me llevan hacia el río,
viejo dios, en el
que naufragan estas palabras...
(Porque sólo en tu
ausencia se pronuncian y te hablan)
imagen tomada de: http://www.eltelegrafo.com.ec/media/k2/items/cache/d4f7213bdf75c739d760c7f064a79571_XL.jpg